¿Por qué los niños son más vulnerables a los ataques de los perros?
Los niños son más pequeños. Se mueven más rápido y erráticamente en comparación con los adultos, y esto puede desencadenar la reacción cazadora e instintiva de un perro.
Los niños frecuentemente proyectan sentimientos emocionados o temerosos cuando interactúan con perros. Los sentimientos de emoción pueden hacer que un perro se vuelva demasiado hiperactivo y accidentalmente lastime al niño mientras intenta jugar. Los sentimientos de temor pueden hacer que un perro se vuelva temeroso a sí mismo, y mostrar agresividad debido a la ansiedad y el miedo. Por ello, te dejamos un par de consejos para que mantengas a tus hijos seguros.
Siempre mantenga la supervisión de un adulto cuando los niños y perros estén jugando.
A veces, los niños pueden encontrarse con perros sin correa, vagabundos o que sencillamente estén paseando libremente en el vecindario. Muchos de estos perros probablemente han escapado de sus patios traseros, y están afuera tratando de explorar. Esto es peligroso para las personas, especialmente los niños, que pueden desencadenar inadvertidamente un ataque de perro al intentar interactuar con uno, ya que los perros tienden a ser muy territoriales.
Siempre pregunte al dueño del perro antes de saludar al animal.
Si un niño quisiera conocer a un perro desconocido, pregúntele primero al dueño del perro. Algunos perros pueden ser temerosos, o inseguros de extraños. Otros pueden estar demasiado emocionados, y no están familiarizados con los niños.
Acercarse al perro desde debajo de la cabeza.
Es natural que los niños se acerquen a un perro desde arriba y lo acarician en la parte superior de su cabeza.
Sin embargo, algunos perros pueden ver esto como una amenaza. Imagínese si un extraño muy grande se acerca a usted, y comienza a extender su mano sobre su cabeza. Sería natural sentirse amenazado, y tener un poco de miedo.
Debido al miedo, un perro puede tratar de huir o responder con agresión, especialmente si se siente acorralado.
Por lo tanto, trate de acercarse por debajo de la cabeza del perro y rascarle el pecho, en lugar de acariciar la parte superior de su cabeza. Instruya a un niño para que no inicie contacto visual directo con el perro, ya que también puede verse como una amenaza por parte del animal.
Doble los brazos y dese la vuelta cuando un perro salte sobre usted.
Si un perro se pone demasiado emocionado y empieza a saltar sobre nosotros haga lo siguiente:
- Ponte de pie inmediatamente si estás agachado.
- Dobla los brazos, para que el perro no pueda morder tus manos.
- Retírese lentamente del perro.
- No le dé la espalda al perro, ya que le animará a perseguirlo.
Mantenga la calma y trate de no estar demasiado emocionado o temeroso.
Los perros son muy sensibles a nuestros sentimientos. Si un niño se emociona, un perro puede fácilmente sentir esto, y es probable que se entusiasme también. Esto a veces puede conducir a agresiones. Los sentimientos de temer, frustración y enojo, pueden traer respuestas similares por parte del perro. Al encontrarse con un perro, trate de que su hijo se mantenga tranquilo. Si el niño comienza a sentirse temeroso o estresado, haga que el saludo con el vecino sea lo más corto posible y retírese de la escena antes de que ocurra un accidente.
Si aun siguiendo todos estos consejos, tus hijos o tu persona fueron víctimas de un ataque de perro es necesario que contactes a un abogado experto en mordeduras de perro que te puede proveer todo el asesoramiento legal para así lograr obtener la compensación que mereces. Aquí en Abogadocontigo podemos ayudarte en estos casos, ¡Contáctanos!