Las lesiones que resultan de la mordida de un perro no pueden ser subestimadas, puesto que, en la mayoría de las ocasiones, estos incidentes acarrean un gran sufrimiento para aquél que las experimentó.
La gravedad de las lesiones ocasionadas por la mordida de un perro puede alcanzar un punto tan alto que muchas víctimas pueden agobiarse más con el daño psicológico y emocional, que con el daño físico.
Visto de esa forma, se entiende perfectamente por qué las mordidas de perro se han convertido en un asunto legal, que puede ir a tribunales y que puede ser objeto de retribuciones monetarias para la persona que fue mordida.
A la par de la conversión de las mordidas de perro en un asunto público y legal, está el surgimiento de interrogantes relativas a las razones por las que ocurren estas mordidas.
Si bien la respuesta más sencilla sería: “simplemente son animales y muerden”, la verdad es que son múltiples los motivos que rodean los incidentes de mordidas de perro. Uno de esos motivos, por ejemplo, podría ser el miedo, una reacción instintiva; otro motivo lo constituiría, asimismo, la protección canina de un territorio; inclusive, y aunque parezca un tanto increíble, un canino puede morder a una persona para manifestar superioridad, una demostración de que su poder es mayor al de la persona lesionada.
Sin embargo, mayormente la causa por la que un perro muerde a otra persona se sitúa en su propietario; es decir, por lo general, la responsabilidad del incidente recae en el dueño del animal. Ésa es, precisamente, una de las razones por las que las mordidas de canino han llegado a terreno jurídico.
Pero ¿de qué manera el propietario es responsable del incidente? Se han visto casos en los que, por ejemplo, el dueño del canino le ha enseñado que morder es una forma de “jugar”. Así pues, el comportamiento del animal está originado por un entrenamiento poco adecuado por parte del propietario. Por lo tanto, -para completar el silogismo que corresponde-, la prevención de las mordidas de perro depende en gran medida del dueño del animal, su entrenamiento y el cuidado que se lleve a cabo.
Para ser más específicos, el cuidado del canino se compone de 5 aspectos principalmente: (i) socialización; (ii) entrenamiento humano; (iii) esterilización; (iv) supervisión; y (v) aislamiento saludable.
Todo aquél propietario de un perro que atienda correctamente estos 5 aspectos estará contribuyendo enormemente a la reducción del número de incidentes relacionados con mordidas de perro. Y cabe destacar que dicho número no es muy pequeño, por lo que es necesario hacer un llamado de atención a los dueños de estos animales.
Causas de las mordidas de perro
Anteriormente, hemos dicho que las mordidas de canino pueden estar ocasionadas por una multitud de razones. Si bien mencionamos algunas de ellas en los párrafos previos, queremos detallarlas en pro de una asimilación completa acerca de las causas de las mordidas de perro. Algunas de las más comunes son las siguientes:
- Es muy probable que, en el lugar del incidente, hubiera comida o algún juguete/muñeco cerca del canino que fuera de “su” propiedad. Por lo tanto, la mordida fue una reacción para resguardar “su” propiedad del “intruso”.
- Por otra parte, no podemos hacernos la vista gorda del hecho de que el comportamiento del animal también pudo haber sido provocado por la persona que fue víctima de la mordida. Cuando hablamos de “provocar”, nos referimos a acciones como abrazar al perro, caminar muy cerca de él, inclinarse, intentar agarrar algo, entre otras. En pocas palabras, acciones que pueden constituir una intromisión en el espacio personal del canino.
- Asimismo, existe la posibilidad de que el animal ataque, indistintamente de la persona, como reacción a determinadas circunstancias o “emociones”, como lo puede ser estar hambriento. Los caninos también muerden cuando están enfermos o cuando están sufriendo de alguna herida o lesión. Y en el campo emocional, la presencia del miedo en el animal es otro desencadenante de una mordida.
- Si el animal no está entrenado en control de la mordida, es previsible que muerda a otra persona si, por ejemplo, ésta le ofrece comida o le acerca algún juguete. Aquí, por supuesto, se puede ver claramente el papel del propietario en la prevención de estos infortunios.
- En caso de que el afectado por la mordida haya sido un niño, entonces una de las causas puede encontrarse en actos como gritar o correr cerca del animal. Como sabemos, los niños son propensos a este tipo de acciones. Cuando estos actos se ejecutan cerca de un perro, éste visualiza a la persona como una presa y actúa en consecuencia.
Señales que preceden a la mordida
Tener conocimiento de las causas de las mordidas de perro –que hemos esbozado hace un momento- es útil para poder prevenir estos incidentes. En estos momentos, estarás pensando: “¿de qué formas saber las causas puede impedir el ataque del canino si éste lo realiza al instante, es decir, no hay tiempo para prevenirlo?” Muy fácil: existen señales que preceden a la mordida. El animal realiza una serie de gestos antes de colocar sus dientes en otra persona, por lo que si sabemos los desencadenantes (a saber, las causas), y si también conocemos los gestos del perro que preceden a la mordida, entonces estaremos en capacidad de evitar el incidente.
Ahora bien, ¿cuáles son esos gestos del canino? ¿Cuáles son esas señales que permiten conocer de antemano la reacción agresiva del perro? Por lo general, cuando el animal se dispone a morder a otra persona, sus orejas se fijan hacia atrás y permanecen inmóviles; asimismo, se eriza el pelo que se encuentra en la espalda del canino; y también podrás visualizar el área de color blanco de sus ojos.
Asimismo, el perro mostrará sus dientes, aunque esto no es visibles para los ojos inexpertos, puesto que, cuando el animal hace eso, parecerá que está bostezando; pero en realidad no lo está haciendo, así que debes estar muy atento a eso.
Por si no fuera poco, el perro se mostrará frío, reservado, distante y asocial; esto es palpable, por ejemplo, si alguien lo acaricia o intenta abrazarlo y el perro no reacciona, sino que se queda impávido. Aunado a esta conducta, el animal también observará a su “víctima” directamente y de forma prolongada. En otras palabras, hará contacto visual directo.
Cómo reducir el número de casos de mordidas de perro
Ya conocemos las causas de las mordidas de perro; y también tenemos conocimiento de las señales que aparecen previamente. Ahora bien, con esa información, podemos evitar una desgracia en el momento. No obstante, ¿cómo prevenir, a largo plazo y de forma sustantiva, las mordidas de perro?
Antes de explicarlo, debemos decir lo siguiente: Los propietarios de un perro no sólo están en la obligación ética de hacer todo lo posible para impedir las mordidas de perro, sino que también están en la obligación legal. Es por ello que esta información es sumamente importante y debe ser difundida lo máximo posible.
Por otra parte, queremos hacer un llamado de atención adicional a los dueños de caninos: si no están interesados en entrenar adecuadamente a su mascota, entonces es aconsejable que esterilicen o que castren al animal. Es una medida que será efectiva para disminuir a largo plazo la cantidad de ataques caninos.
Y con respecto a aquellos propietarios responsables, que tienen interés en criar correctamente a su mascota, deben saber dos cosas: la primera es que es fundamental que juegues y hagas ejercicio con el perro regularmente; estas actividades son catárticas, es decir, sirven para desahogarse, para liberar; de esta forma, el perro se deshace de energías sobrantes, las cuales pueden ser canalizadas en actos agresivos como mordidas; la segunda cosa que deben saber es que deben procurar que esos juegos no sean agresivos o muy competitivos, ya que ello puede impulsar comportamientos de dominancia en el perro.
Dicho todo ello, ¿qué hacer para reducir el número de casos de mordidas de perro?
- En primer lugar, es recomendable que lleves tu mascota a un lugar especializado en entrenamiento canino. Tu perro debe aprender a acatar órdenes sencillas, como sentarse, quedarse quieto, soltar algo o ir hacia un lugar.
- Ten mucho cuidado con dejar que tu perro pasee sin restricciones en áreas públicas, ya que el animal puede representar un grave peligro. Cada vez que pasees a tu perro en lugares concurridos o en los que siempre haya gente, debes colocarle una correa.
- Es muy importante que el animal interactúe con otras personas y se involucre en diversas situaciones. Esto no es más que un proceso de socialización animal.
- Por otra parte, asegúrate de que el animal posee todas las vacunas reglamentarias. Si no posee alguna, no seas indiferente diciendo “es sólo una, no pasa nada”. Colócasela inmediatamente, sin dilación.
- En caso de que el animal se esté comportando extrañamente, actuando de forma agresiva y violenta, es ideal que lo lleves a un veterinario para que lo examine y pueda saber qué es lo que pasa y qué debe hacerse al respecto.
- Finalmente, si tienes hijos, haz un espacio en tu agenda y en la de ellos para dedicarlo exclusivamente a la enseñanza sobre mascotas: cómo comportarse con el perro, qué hacer y qué no hacer, cómo afrontar un escenario en el que el animal ataque, entre otros.