Las mordidas sin intención de nuestros perros hacen surgir las dudas sobre nuestro grado de culpabilidad en el incidente. Imaginemos, por ejemplo, el siguiente escenario: en un día soleado, hemos decidido sacar a pasear a nuestro perro a la playa. En un momento determinado de la jornada, una persona pasa trotando al lado de nuestro perro, causándole un sobresalto. Inmediatamente nuestra mascota, dada su cualidad de animal instintivo, se abalanza sobre el individuo y lo muerde.
En un escenario como ése, surge la interrogante sobre cuán responsable somos del accidente. En este artículo examinaremos precisamente qué dice la normativa de California en casos como el que hemos expuesto; asimismo, haremos una evaluación de los argumentos que puede utilizar un dueño de un perro y cuán eficaces pueden ser en un jurado.
La tenencia de un perro y su actuación puede acarrear repercusiones legales. Es por ello que es importante estar informados sobre los aspectos jurídicos que rodean este tipo de casos.
Tiempo límite para la presentación de un reclamo por mordida de perro
Antes que nada, es bueno saber que la normativa referente a las mordidas de perros puede variar dependiendo del Estado. Por ende, no se puede generalizar y es necesario examinar las leyes de cada Estado.
Ahora bien, en el caso de California, cuando hablamos del tiempo límite para la presentación de un reclamo por mordida de perro, la normativa estipula que es de 2 años. Así pues, si una persona que ha sido atacada por un perro decide quejarse dos años después, su reclamo no será válido.
Culpabilidad del dueño según la normativa de California
Una vez que tenemos en claro anterior, pasaremos a evaluar las condiciones establecidas por la ley de California para que el dueño de un perro sea hallado culpable en caso de que su mascota haya herido a una persona. Básicamente, la normativa de California estipula tres condiciones para declarar responsabilidad del dueño:
- Que el perro haya mordido a una persona; y que, además
- Que el acto del perro haya sido realizado en un lugar público; o
- Que el acto del perro haya sido realizado en propiedad privada y la persona atacada estuviera presente en dicha propiedad legalmente
No obstante, la normativa establece una excepción: el dueño no será hallado culpable o responsable del incidente si el perro en cuestión estaba haciendo una labor militar o policial. Sin embargo, los ataques de perros en tareas militares y/o policiales no son simples mordidas; y es por ello que los estatutos de California sólo adquieren validez en la medida que la herida haya sido ocasionada por una mordida específica.
Pero estas situaciones son tan delicadas que no hay blancos ni negros, sino que hay matices en cada una de ellas. Por ejemplo, un perro puede herir a una persona sin necesidad de morderla a través de arañazos. Y en este escenario, el dueño del perro puede ser hallado culpable por no haber tomado las precauciones necesarias para evitar que el perro hubiera cometido semejante acto.
Anteriormente hemos apuntado que “La tenencia de un perro y su actuación puede acarrear repercusiones legales”. En la mayoría de los casos, los dueños de un perro que ha mordido a otra persona son encontrados responsables del incidente, pero con cargos leves. No obstante, estos cargos leves pueden convertirse en cargos severos y criminales en ciertos escenarios: por ejemplo, si proporcionas tus datos personales de forma errónea a la persona que ha sido víctima de tu perro.
Otro escenario en el que se pueden achacar responsabilidades criminales al dueño de un perro es cuando el animal es propenso a conductas agresivas o cuando está entrenado para atacar. Y, por supuesto, no podemos dejar de lado aquellos casos en los que el perro causa heridas muy graves o hasta la muerte.
Está claro que estos casos se pueden contar con los dedos de las manos, pero son útiles para entender la gravedad que puede adquirir un caso de mordida de perro.
Responsabilidad estricta
Como dijimos más atrás, cada uno de los Estados posee una regulación específica y especial sobre el grado de culpabilidad del dueño de un perro en casos de mordidas. A pesar de ello, la normativa se ha clasificado de dos formas: por una parte, los Estados que manejan una regulación de “solo negligencia”; por otra, los Estados que poseen una ley de responsabilidad estricta.
¿Qué es exactamente la “responsabilidad estricta” y cuál maneja el Estado de California? California dispone de una regulación de responsabilidad estricta. Esta regulación establece que el dueño de un perro que ha herido a otra persona será responsable del accidente independientemente de que haya tenido o no conocimiento de que el perro iba a cometer ese acto. Asimismo, la normativa estipula que la culpabilidad del dueño tampoco puede eximirse incluso si es la primera vez que el animal actúa de esa manera.
En resumen, la responsabilidad estricta es una figura jurídica que no admite excepciones ni justificación alguna en la determinación de culpabilidad del dueño de un canino.
Ahora bien, examinemos la aplicación de la responsabilidad estricta desde la óptica de la persona lastimada: evidentemente, esa figura jurídica le beneficia de forma considerable, puesto que sólo necesita probar que estaba en un lugar público; o que estaba legítimamente en propiedad privada. No hace falta presentar pruebas sobre el conocimiento previo del dueño sobre el comportamiento del perro; o evidencia sobre la negligencia del dueño si no tomó las precauciones requeridas para prevenir la conducta del canino.
Posibles defensas
A pesar de que en la mayoría de los casos el dueño es hallado responsable legalmente, existen excepciones. Es decir, ha habido casos en los que el dueño del perro ha podido absolverse de la culpabilidad.
Estos casos pueden ser clasificados en dos: en primer lugar, aquellos en los que la persona que fue atacada por el canino estaba en propiedad privada sin consentimiento del propietario; y aquellos en los que el canino formaba parte de una operación militar y/o policial.
Como es obvio intuir, éstas son las únicas posibles defensas que puede utilizar el dueño de un perro que ha mordido a otra persona: el dueño no es hallado culpable si la persona herida estaba ilegalmente en propiedad privada porque debe atenerse a las consecuencias de la “defensa propia”.
Y, por otro lado, la culpabilidad no aplica tampoco si el perro hacía tareas militares y/o policiales por la sencilla razón de que el animal estaba cumpliendo una función acorde a la ley. Pero en estos casos, las fuerzas militares y policiales también han recurrido a un argumento que se ha probado válido: que la persona atacada haya provocado el acto del perro. Pero debemos recalcar que estos argumentos sólo son válidos para caninos involucrados en operaciones militares y policiales.
No obstante, el último caso no es tan sencillo como parece, porque los policías y militares encargados de la operación deben llenar formularios y presentar varios informes precisamente con la finalidad de que un jurado no los halle responsables del ataque del canino a una persona.
Recomendaciones
La ausencia de defensas para una acusación de culpabilidad tras el ataque de perro revela un mensaje: si vas a tener un perro, sé precavido y responsable; asegúrate de tomar las medidas necesarias para evitar que el perro actúe agresivamente; si el perro va a estar rodeado de personas, adviérteles sobre el canino y diles que no se acerquen mucho o que no jueguen con él. De lo contrario, debes tener presente que no hay posibilidad de excusarte en un jurado.
Cabe aclarar que este artículo informativo no es para disuadir a la gente de tener perros. Por el contrario, no sólo no tenemos nada personal contra los caninos, sino que además reconocemos los beneficios de tener uno. Este artículo es para promover el sentido de responsabilidad a los dueños de perros. Los casos de mordidas están en ascenso, por lo que es necesario empezar a tomar medidas que puedan reducirlos.
Seas dueño de un perro o no, te invitamos a compartir este texto para que más personas puedan estar informadas al respecto. También queremos recalcar que somos un equipo de abogados con suma experticia, por lo que estamos en capacidad de suministrar información del ámbito legal y jurídico a cualquiera que lo necesite.