Las lesiones personales se definen legalmente como todas aquellas lesiones que se producen por la negligencia de otra persona. Esta negligencia puede ser intencional o no-intencional; es decir, las lesiones personales pueden ser ocasionadas por el descuido de otra persona o por una conducta irresponsable.
Respecto a la naturaleza de las lesiones personales, éstas pueden ser psicológicas, físicas o mentales. En la mayoría de los casos, suelen ser las segundas (físicas). En cuanto al lugar de incidencia de estas lesiones, digamos, el contexto, suelen suceder en accidentes de tránsito, pero también abundan los casos de lesiones personales en lugares públicos y concurridos, casas, negocios y sitios de trabajo. Realmente, las lesiones personales no tienen una delimitación en cuanto al lugar.
¿Y cualquier persona puede ser responsable de una lesión personal? Efectivamente, tampoco existe delimitación en cuanto a la “autoridad” de la persona que cometa una lesión personal. Es por ello que los casos de negligencia médica (mala praxis), especialmente la mala praxis dental, también son incluidos en la categoría de lesiones personales.
En resumidas cuentas, una persona que haya experimentado una lesión personal está en capacidad de introducir un reclamo contra la persona, institución o compañía cuya negligencia originó el accidente.
Ahora bien, supongamos que la lesión es de tal gravedad y magnitud que ha incapacitado físicamente a la persona que la posee. ¿Qué se hace en estos casos? Cuando ocurre eso, la pareja de la persona o algún familiar cercano como hermanos, primos o padres son los encargados de llevar las riendas del proceso legal. Con asesoría de un abogado experto, claro está; pues no es buena idea que los seres queridos actúen por sí solos, ya que, además de que carecen de los conocimientos jurídicos y la pericia, están afectados por el incidente y pueden tomar decisiones desacertadas.
La presentación de un reclamo no es una acción que se realice por capricho o como forma de venganza. Un abogado de lesiones personales inicia un proceso legal con el objetivo de concretar un acuerdo de indemnización. A su vez, este acuerdo de indemnización sirve para que la persona lesionada pueda costear los gastos médicos (tratamiento, consulta con especialistas, fármacos, etc); el daño a la propiedad (casa, edificios, etc); y también para compensar los salarios que no podrá recibir debido al hecho de no poder trabajar por la lesión.
Sin embargo, un acuerdo de indemnización también debe cubrir los daños no-económicos, que son todos aquellos que incidieron en la psique de la persona lesionada, como estrés, depresión, tristeza, infelicidad, entre otros.
Y en algunos casos muy extremos, el acuerdo de indemnización incluye los denominados daños punitivos. Esta inclusión se hace cuando la persona, la institución o la compañía responsable de la lesión actuó intencionalmente, de una manera moralmente reprochable y sumamente irresponsable.
Dicho de otro modo, los acuerdos de compensación tienen como fin último regresar a la persona afectada a un estado en el que hubiese estado si el accidente no hubiese ocurrido. Y para ello, es necesario que los responsables del incidente repongan el daño ocasionado.
Antes bien, para poder alcanzar un acuerdo de indemnización, es necesario tener pruebas fehacientes de que tienes la razón. Para ello, los abogados deben tomar en cuenta tres aspectos:
- El primero es identificar y demostrar la negligencia de la persona responsable
- El segundo es probar que el accidente fue lo que ocasionó las heridas
- Y el tercero y último es evidenciar que las heridas resultantes del accidente no son leves y que requieren un acuerdo de indemnización
Tipos de lesiones personales
Antes de proseguir con los detalles de un acuerdo de indemnización, es importante conocer los tipos de lesiones personales con más exactitud (pues con anterioridad hemos mencionado algunos aspectos).
Las lesiones personales se tipifican de forma amplia: éstas pueden ser físicas, mentales y psicológicas. Las lesiones físicas, por su parte, pueden ser leves y progresivamente ir aumentado hasta convertirse en graves y mortales. Las lesiones físicas leves pueden ser rasguños o raspaduras, mientras que las graves son aquellas que afectan a los ojos, el cerebro, la medula espinal, los brazos y las piernas.
Mientras que las lesiones mortales son aquellas que producen el fallecimiento de la persona. En estos casos, las demandas normales sólo pueden aspirar a una compensación de los daños ocasionados antes de la muerte de la persona. Para poder obtener indemnización por los daños a posteriori (como los salarios perdidos), la familia de la víctima debe interponer una demanda especial conocida como “demanda por muerte por negligencia”.
Por otra parte, están las lesiones personales que ocurren en lugares públicos, negocios, lugares de trabajo, entre otros. Las causas de este tipo de lesiones incluyen: caída de objetos, incendios y hasta mordidas de perro. Cada una de estas lesiones es diferente de la otra y es necesario revisar los estatutos de cada estado para saber cómo proceder e iniciar una acción legal.
Adicionalmente, en plena sociedad de la información, con el auge de las redes sociales y su creciente relevancia, han surgido demandas por lesiones personales psicológicas causadas por contenido considerado ofensivo en Internet. De hecho, desde hace un tiempo, las redes sociales están teniendo un impacto en el desenlace de los reclamos por lesiones personales. Es por ello que una de las recomendaciones que estamos haciendo los abogados a nuestros clientes es que tengan cuidado con el contenido que suben a las redes sociales. No sólo ese contenido se está usando para iniciar procesos legales, sino que además las compañías de seguro están utilizando ese contenido para desestimar los reclamos de lesiones personales, minimizando los daños para reducir el monto de indemnización que deben desembolsar.
Detalles del acuerdo de indemnización
Pero ¿cuál es exactamente la cobertura de un acuerdo de indemnización? ¿Cuáles son los detalles? En primer lugar, debe recalcarse lo que dijimos con anterioridad sobre el objetivo de un acuerdo de compensación: restaurar los niveles de salud, actividad, trabajo y estilo de vida en general que gozaba la persona previamente al incidente. Si la lesión es muy grave, el acuerdo también compensa los daños a nivel psicológico.
No obstante, en ocasiones, la persona que fue víctima del accidente no puede recuperarse completamente de la lesión. En otras palabras, la persona no vuelve a ser la misma, ni vuelve a disfrutar de la misma vida que tenía antes de experimentar la lesión. En estos casos, ¿cuál es la cobertura de un acuerdo de indemnización? Podemos sinterizarlo en 5 puntos:
En primer lugar, un acuerdo de indemnización cubre el tratamiento médico a corto, mediano y largo plazo
En segundo lugar, el acuerdo de indemnización incluye la rehabilitación física
En tercer lugar, el acuerdo de indemnización repone los salarios perdidos como consecuencia de la inhabilidad para acudir al lugar de trabajo
En cuarto lugar, y aunado al punto anterior, el acuerdo de indemnización cubre los programas de formación y entrenamiento necesarios para reintegrar a la persona en el mercado laboral (en un trabajo acorde a su capacidad física, claro está)
Por último, y no por ello menos importante, el acuerdo de indemnización cubre los tratamientos psicológicos en un intento por revertir los daños mentales y emocionales causados por la lesión personal
Como puedes ver, los acuerdos de indemnización son de vital importancia, puesto que obligan a la persona responsable del accidente a desembolsar el dinero requerido para paliar las consecuencias derivadas de dicho accidente. Pero ten en cuenta que alcanzar un acuerdo justo de compensación no es tarea fácil y es obligatoria la asesoría de un abogado de lesiones personales que esté familiarizado con estos casos.
Factores ocultos
El cálculo del monto de un acuerdo de indemnización depende de muchos factores. Si bien no vamos a explorarlos ni hablaremos ampliamente sobre ellos, queremos mencionar algunos de los factores ocultos.
Efectivamente, en un incidente de lesiones personales, pueden estar presentes factores ocultos: aspectos que pudieron haber tenido un impacto en el accidente pero que no son visibles a simple vista. En estos casos, sólo el análisis y la revisión por parte de un experto puede determinar cuáles son esos factores y qué peso ejercieron en el accidente.
Estos factores ocultos pueden alterar considerablemente el monto de un acuerdo de indemnización, ya sea de forma positiva o negativa. Estos factores ocultos incluyen, por ejemplo, los productos defectuosos (siendo muy comunes dentro de esta categoría los incidentes relacionados con camiones que carecían de mantenimiento; o herramientas y equipos que poseían defectos).
Los errores mecánicos suelen considerarse como otros factores ocultos en un accidente. Básicamente, los errores mecánicos ocurren cuando una persona comete un error mientras usaba un equipo mecánico (valga la redundancia). Asimismo, los errores de diseño también forman parte de los factores ocultos; estos errores de diseño tienen lugar cuando equipos o herramientas no se fabricaron para su uso adecuado.
A pesar de la existencia de estos factores ocultos, no podemos dejar de lado el simple hecho de que las lesiones personales pueden originarse por errores humanos. Y en ocasiones muy extremas, las lesiones personales son ocasionadas por conductas intencionales.
En cualquier caso, sólo un abogado especializado y con experiencia, con ayuda de un panel de expertos, puede localizar estos factores y calcular la incidencia que tuvieron en el suceso.