Los servicios de Abogados de referencia y su estrecho vínculo con la publicidad
La realidad del mundo actual es que todo gira en torno a la publicidad, sea buena o mala y el ámbito legal tampoco se encuentra exento de esto y hay ofertas para todo. Existen dos formas de generar clientes por referencia, la tradicional que es de boca en boca, por comentarios y recomendaciones que hacen la familia y los amigos. Y actualmente la que lidera el mercado es la publicidad a través del medio digital. Existen una serie de empresas que, por la baja cuota de $ 500 al mes ofrecen publicar el nombre de ciertos abogados ahí con el fin de promoverlos.
La dura realidad es que en el mundo de hoy, hay que anunciarse para conseguir clientes. Y los estudios demuestran que las personas han dejado de utilizar la guía telefónica y prefieren usar Google y otros motores de búsqueda de hoy. Pero, para aparecer y relucir en ese medio, se debe pagar. Es una inversión que puede valer la pena o no, ya que hasta los abogados pueden ser extorsionados por las empresas que se supone deberían abogar por ellos. Algunas de estas empresas de servicios de abogados de referencia incumplen las Reglas Disciplinarias de Conducta Profesional.
Cabe resaltar que una cantidad alarmante de empresas de servicios de abogados de referencia que no están certificadas y publican ofertas engañosas, por eso deben invertir sumas millonarias en publicidad.
Un servicio de abogado de referencia certificado debe incluir en cualquier publicidad u otro esfuerzo promocional una declaración que indique que ese servicio está certificado como un servicio de referencia de abogados como lo requiere el Estado de California.
Un abogado licenciado y capacitado que mantiene una oficina en una determinada área geográfica atendida por un servicio de abogados de referencia puede recibir referencias de clientes potenciales del servicio si el abogado paga un registro razonable y una cuota de afiliación que no exceda la cantidad establecida por las reglas de la barra estatal.
Pero a veces los precios terminan siendo todo menos razonable, tanto para los abogados como para los clientes. Un abogado no puede cobrar a un cliente potencial referido por una cantidad que excede el costo total que el cliente tendría que pagar, incluyendo honorarios y gastos legales, si un servicio de remisión no hubiera referido al cliente. Las tarifas varían según el estado, generalmente las consultas iníciales si no son gratuitas pueden costar alrededor de $30 para pagar las facturas de trabajo del servicio y para continuar financiando las actividades de servicio, incluida la prestación de servicios jurídicos pro bono. Tal vez dicho honorario está destinado a alguna noble causa. Pero en ningún lugar se especifica a dónde va el dinero, especialmente las empresas que no están certificadas por the State Bar.
Algunos abogados prefieren no cobrar honorarios de referencia ya que puede perjudicar la relación comercial y profesional entre abogados.
Otro problema importante surge si el abogado intenta evitar pagar la tarifa de referencia o se niega a pagarla en absoluto. Y vaya que inventan cualquier tipo de excusa para no pagar la tarifa de referencia. Estaría violando las reglas de ética de la razonabilidad y el reparto de honorarios. La mayor parte de las barras estatales no disciplinan a los abogados por quebrantar los compromisos de honorarios de remisión, particularmente aquellos que se hacen de manera informal, omitiendo las reglas del estado. Y presentar una demanda por violación de contrato significa pagar por el abogado de un demandante, el costo de la corte y el tiempo perdido por acudir a los tribunales.
Un abogado serio y responsable jamás pondría en riesgo su reputación. Mientras se arriesga usted a perder tiempo y dinero jugando a la lotería con empresas de servicios de abogados de referencia que a veces no eligen de forma estricta a la mayoría de los abogados , incluyendo los que incumplen la ley evitando pagar una tarifa de remisión, cuyos clientes provienen principalmente de un grupo de personas que fueron manipulados por publicidad masiva.
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